El Grupo joven de la
Hermandad de El Silencio montó en la puerta lateral del convento de las
Claras un altar efímero, presidido por una imagen de la Inmaculada
Concepción propiedad de las hermanas clarisas, escolatada por varias
piezas de candeleria y exornada con claveles y rosas blancas.
Además
sobre el pedestal de la custodia parroquial se encontraba una imagen de
un Niño Dios pasionario, junto con uvas y espigas, signo del sacrificio
presente en el cuerpo y sangre de Cristo.
Gallardetes y
cortinajes burdeos enmarcaban el elegante montaje que contenía multitud
de detalles como los lazos con los colores marianos y vaticanos que
ataban flores y espigas respectivamente en los cirios. |
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